martes, 27 de octubre de 2009

Falta de respeto en las aulas de secundaria

El diario Ideal, en su edición de Almería, publicó que el 82% de los centros púbicos, y en el 42% de los concertados, viven situaciones de falta de respeto hacia el profesorado. El estudio, realizado por Comisiones Obreras, afirma que este fenómeno está provocado, en parte, por el nuevo modelo de relaciones entre los estudiantes y que es visto como irrespetuoso por los profesores. Aunque este dato es ya de por sí preocupante, no lo es menos que entre un 14% y un 18% de los centros ha vivido situaciones en las que los alumnos amenazan o insultan a los profesores, por no hablar de la violencia, que también tiene un apartado especial en este estudio, y que alcanza el 18%.

La situación de los alumnos de Secundaria, en términos generales, es patética en todos los órdenes. Hace poco, he tenido la oportunidad de estar con dos grupos de alumnos que pertenecían a la Secundaria y al Bachillerato respectivamente. La diferencia entre ellos era espectacular. Los alumnos de Secundaria vivían felices en su ignorancia. Podría contar muchos anécdotas que harían posible nuevas ediciones de La Antología del Disparate, pero lo más escalofriante fue encontrarme a una chica de 2º de ESO, entre 13 y 14 años, que desconocía la existencia del verbo "Haber". Aunque los alumnos de la Secundaria aparentaban tener inquietud por saber, algunos de ellos me presentaron una situación alarmante en la asignatura de inglés el primer día de clase, la realidad era otra muy distinta. A ellos les daba igual saber que no, ya que la felicidad la tenían asegurada. Su felicidad está basada en la batería del móvil, el novio o novia de turno, o en el botellón del viernes. Lo demás, como utilizar un diccionario en la clase de idiomas o conjugar el verbo "haber", puede esperar ya que eso no es nada comparado a una buena melopea. Una de las cosas que me llamó la atención es la imposibilidad de dialogar con ellos. Ellos, los chicos de la Secundaria, viven en una realidad que no es la nuestra. Si le explicabas cosas de la vida cotidiana, como redactar una simple carta, no las entendían. Decían que jamás tendrían que escribir algo así. Ver para creer. A veces, uno tenía la sensación de que pertenecía a una cultura diferente a la de ellos. ¿Se imaginan lo que supondría que un azteca hablara con un visigodo o con un bizantino?. Pues esa era la sensación que yo tenía cuando estuve en contacto con los chicos que estudian la ESO. Uno de esos chicos, el cual me confesó que le cansaba leer, pronunciaba discursos incoherentes y llenos de sandeces que no conducían a ninguna parte. En cuanto a la actitud, pues nada nuevo bajo el sol. La mayoría de ellos se comportan de forma insolente y se creen, ¡ay desgraciados!, que con 15 o 16 años conocen todo lo que se puede saber en la vida.

1 comentario:

  1. es cierto, el respeto al profesorado se esta perdiendo. procurad añadir fotos y videos cuando sea posible...

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